Según un estudio realizado por la Universidad de Nevada, madrugar para asistir a las clases a las 9 de la mañana puede ser perjudicial para los jóvenes por afectar a su reloj biológico. El estudio se realizó a 200 estudiantes que demostraron rendir menos entre 9:00 h y 11:00 h que a partir de las 11:00 h. A partir de esa hora se mostraron más eficaces durante las clases, absorbiendo más información y mostrándose más participativos.
En 2009 el Monkseaton High School de North Tynesida publicó una investigación parecida en la que demostraba la mejoría general de los alumnos tras retrasar el comienzo de las clases de 8:50 h a 10:00 h: Con el cambio se pasó de un 34% a un 50% de excelencia académica.
La razón es que al adaptar el ritmo de estudio al ritmo biológico el rendimiento mejora y los alumnos aumentan su capacidad.
¿Tu qué opinas? ¿Crees que si se retrasara el horario de clases, también lo haría el horario de sueño y acabaría resultando igual? Sabiendo esto ¿retrasarías el horario de clases a las 11:00 h?