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estudiar mejor en bibliotecas

Cómo estudiar mejor en una biblioteca: Trucos para triunfar

Estudiar en una biblioteca puede ser todo un arte. Es un espacio tranquilo, lleno de recursos y perfecto para concentrarte, sí, pero también puede volverse un poco abrumador si no sabes cómo sacarle el máximo partido. Si eres de los que va a la biblioteca con buenas intenciones y terminas en un scroll infinito en tu móvil, ¡este artículo es para ti! Aquí tienes trucos prácticos y estrategias para optimizar tu tiempo, mejorar la concentración y sacar el mejor rendimiento de tus horas en la biblioteca.

Elige la biblioteca adecuada para ti

No todas las bibliotecas son iguales, y cada estudiante tiene sus preferencias a la hora de elegir su biblioteca favorita. Antes de plantarte en la más cercana, pregúntate:

  • ¿Prefieres un lugar completamente silencioso o con un poco de ruido ambiental?
  • ¿Necesitas mesas grandes para tus libros o zonas más individuales?
  • ¿Buscas una biblioteca cerca de casa o del campus para ahorrar tiempo?

Encuentra el lugar que se ajuste a tu estilo de estudio. Si estás en Pamplona, tienes varias opciones increíbles como la Biblioteca de la Universidad de Navarra, la Biblioteca de la Universidad Pública de Pamplona, o la Biblioteca General de Yamaguchi, que ofrecen espacios tranquilos y muy bien equipados.

Además, en CampusHome contamos con un coworking diseñado especialmente para estudiantes. Este espacio está pensado para maximizar tu concentración y comodidad, con zonas ergonómicas, iluminación perfecta y un ambiente relajado que fomenta el estudio y la creatividad. Además, podrás disfrutar de un entorno donde coincidirás con otros estudiantes similares a ti, lo que puede ser una gran fuente de inspiración.

Prepárate antes de ir a la biblioteca

Evita perder tiempo llevando lo que no necesitas o, peor aún, olvidándote de lo esencial. Haz una checklist rápida antes de salir de casa:

  • Tus apuntes y libros necesarios.
  • Material de estudio: bolígrafos, rotuladores, portátil cargado, auriculares.
  • Agua y algún snack (si está permitido comer en la biblioteca).
  • Una lista clara de tareas o temas que quieres abordar.

Llegar preparado no solo te ahorrará paseos innecesarios, sino que también te hará sentir más enfocado desde el minuto uno.

Organiza tu tiempo con bloques de estudio

El truco no está en pasar ocho horas seguidas en la biblioteca, sino en aprovechar al máximo las horas que estés allí. La técnica Pomodoro es una gran aliada y solo tres sencillos pasos:

  • Estudia durante 25 minutos sin interrupciones.
  • Descansa 5 minutos.
  • Repite este ciclo cuatro veces y luego toma un descanso más largo de 15-20 minutos.

Esto te ayudará a mantener la concentración y evitar el agotamiento mental. Además, esos descansos breves son ideales para estirarte o desconectar un poco.

Elige un buen asiento

La ubicación importa. Encuentra un lugar cómodo, con buena iluminación y lejos de distracciones. Si estás en una biblioteca popular, intenta llegar temprano para conseguir los mejores asientos. Un consejo extra: si sabes que vas a necesitar cargar el portátil, busca una mesa cerca de un enchufe.

Controla las distracciones

Sabemos que el móvil es el gran enemigo de la productividad. Para evitar que te robe horas de estudio:

  • Activa el modo «No molestar» o usa apps que bloqueen notificaciones.
  • Deja el móvil en la mochila o, si puedes, apágalo.
  • Si trabajas con el portátil, cierra todas las pestañas que no sean necesarias.

Si te cuesta mucho concentrarte, prueba con auriculares y música instrumental o ruido blanco. Hay playlists en Spotify o YouTube diseñadas específicamente para estudiar.

Aprovecha los recursos que te ofrecen las bibliotecas

Las bibliotecas no solo son un espacio para estudiar, también están llenas de recursos que pueden ser de gran ayuda:

  • Libros especializados que quizás no tienes en casa.
  • Acceso a revistas científicas, bases de datos o incluso prensa.
  • Asistencia del personal para buscar información o material.

Tener todo esto a tu disposición puede marcar la diferencia cuando trabajas en proyectos o investigas para tus exámenes.

Incluye pausas para socializar

Sí, estás en la biblioteca para estudiar, pero no todo tiene que ser tan rígido. Si vas con amigos o coincides con compañeros, aprovecha los descansos para charlar un rato. Eso sí, hazlo fuera de la sala de estudio para no molestar a los demás. Estas pausas te ayudarán a desconectar y volver a la tarea con más energía.

Cuida tu postura y tu cuerpo

Estar horas sentado puede pasarte factura si no prestas atención a tu postura. Aquí van algunos consejos:

  • Siéntate con la espalda recta y los pies apoyados en el suelo.
  • Evita inclinarte demasiado hacia adelante; ajusta la altura de la silla o la mesa si es necesario.
  • Cada hora, levántate, estírate y camina un poco para reactivar la circulación.
  • Además, recuerda hidratarte y no abusar del café (aunque sea tentador).

Establece metas claras

Antes de empezar define exactamente qué quieres lograr. Por ejemplo, «leer y resumir el capítulo 3 de Biología» o «hacer dos ejercicios de matemáticas». Tener objetivos concretos te ayudará a mantenerte enfocado y te dará una sensación de logro al terminar cada tarea.

Sé constante y paciente

La biblioteca puede ser intimidante al principio, sobre todo si no estás acostumbrado a pasar largas horas estudiando. Pero como todo, es cuestión de práctica. Poco a poco, encontrarás tu ritmo, tu lugar ideal y los trucos que mejor te funcionen.

Como ves, estudiar en una biblioteca puede ser una experiencia muy productiva y gratificante si sabes cómo aprovecharla. Con estos trucos, tendrás todas las herramientas para concentrarte, organizarte y, lo más importante, rendir al máximo en tus sesiones de estudio. Así que, prepara tu mochila, elige tu biblioteca favorita y ¡a por todas!

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