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Para qué sirven los créditos universitarios

¿Para qué sirven los créditos universitarios?

Los créditos universitarios son la medida con la que los grados, masters y resto de estudios miden su valor total y, por tanto, deben obtenerse para superar la carrera. Este valor es la carga de trabajo que presupone cada asignatura y la suma de todas es la cantidad necesaria para cumplir con el programa de una carrera. Por eso se dice que los créditos se han de superar para completar el plan de estudios. Todas las asignaturas deben estar dominadas y bajo unos estándares que las universidades convienen.

¿Cómo se determina esa carga de trabajo a la que se referencian los créditos universitarios?

Como ya se ha mencionado, es una unidad para medir algo que puede ser tan inmedible como la “carga de trabajo”, que es diferente por cada asignatura y cada carrera. Los créditos universitarios equivalen a un determinado número de horas que se deben emplear en el estudio. Se ha determinado que cada crédito universitario equivale a 30 horas dedicadas a la formación. La designación oficial para el crédito universitario es ECTs, es decir, European Credit Transfer System. Y es gracias al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) que ha requerido que las universidades se adscriban a unos estándares para una valoración equiparable.

Los créditos universitarios y su introducción con el programa Bolonia

El plan Bolonia, creado en 1999 pero aplicado años más tarde en nuestro país, es un sistema que cambió el valor de los créditos y lo unificó a nivel europeo. Antes de él, un crédito implicaba diez horas lectivas. No solo eran menos de la equivalencia actual, sino que sólo implicaba el conocimiento teórico ofrecido dentro del aula. Por eso, a pesar de que ahora se dice que cada crédito implica unas 25 o 30 horas, se ha de añadir que son carga de trabajo. Una definición algo más amplia que permite incluir prácticas, seminarios, trabajos tutorizados, actividades socioculturales y otras actividades de libre elección.

Todo esto consigue que las carreras sean más dinámicas, prácticas, versátiles y multifacéticas. Es decir, más completas.

Ventajas de los créditos universitarios

  • Crean una estandarización a nivel de carreras. No solo implica que para todas se debe dedicar un determinado número de horas, sino que estas deben distribuirse de manera diversa. Los trabajos tutorizados y de grupo son la base del Plan Bolonia al que se adscriben los ECTS. Se busca huir de la teoría que siempre ha regido los conocimientos universitarios. Ahora se desea que las personas que cursan estudios superiores tengan una formación que les prepare más para el mercado laboral.
  • Valoran el tiempo empleado en formarse, algo nuevo que el anterior plan educativo tenía en cuenta de forma muy limitada. Dedicar 10 horas a clases teóricas no dice nada de la implicación personal del alumno con su educación. Ahora está mejor regulado. 
  • Para obtenerlos se ha de superar el nivel de evaluación estipulado. Es decir, no solo basta con gastar tiempo en clases o seminarios. Además se pide que apruebe como tal la demostración de conocimientos que pide cada asignatura. Una doble forma de validar los conocimientos siempre les dará más valor y será una acreditación muy completa.
  • Es un estándar que ayuda a convalidar, transferir y reconocer asignaturas. Es importante que el conocimiento obtenido pueda demostrarse y acreditarse a nivel burocrático y no quede perdido. Los ECTS ayudan a ello. Es importante siempre tener en mente que a nivel europeo se pueden demostrar conocimientos y, por tanto, se consiguen mayores oportunidades tanto educativas como laborales. Las carreras están convalidadas por defecto ya que los ECTS son el equivalente formativo al euro.

El valor del crédito unifica y es necesario para el sistema educativo

Más allá de evaluar la enseñanza en base a notas académicas del 1 al 10, los créditos universitarios valoran el tiempo empleado en educarse. Ya que cada crédito implica un determinado número de horas, puede aplicarse tanto al estudio teórico como a prácticas.

Créditos universitarios

De hecho, las carreras tienen en cuenta esto y permiten la obtención de créditos de libre configuración.

Cómo conseguir créditos de libre configuración

Antes de realizar cualquier actividad para conseguir este tipo de ECTS se debe validar que tengan relación con los estudios y estén reglados por la universidad.

  1. Actividades extraacadémicas: conferencias y seminarios.
  2. Trabajos en grupo o tutorizados.
  3. Prácticas en empresas.
  4. Equivalencia de materias cursadas en otros grados.
  5. Trabajo de voluntariado solidario.
  6. Participación en actividades deportivas y culturales ofrecidas por la propia universidad.

El uso de los créditos en España y su cálculo

Cada año de un grado implica la obtención de 60 créditos distribuidos en asignaturas. Tomando ese cálculo y los 4 años que estipula el plan Bolonia que tarda en sacar una carrera, serían un total de 240 por grado.

Los alumnos pueden elegir la cantidad de créditos a cursar por año, aunque para solicitar becas puede ser necesario matricularse de 60 por año.

Existen carreras cuyo programa determina que requieren más créditos para ser finalizadas. Por ejemplo, este sería el caso del grado en medicina (360), Arquitectura y farmacia (343) o Veterinaria (300).

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