Los años de universidad son años de crecimiento en todos los sentidos: por el ambiente y el modelo de formación universitaria aumenta nuestra capacidad de retención y memoria, nuestra sociabilidad y también nuestro mundo interior y nuestro pensamiento.
Para que este desarrollo sea positivo y caminemos en la dirección de ser más felices, te dejamos estos consejos que te ahorrarán muchos quebraderos de cabeza y te harán disfrutar más de tu vida universitaria.
El primer consejo es buscar momentos en los que podamos reflexionar con calma. El mundo va muy rápido y a veces cometemos el error de dar demasiado valor a la eficacia y a la practicidad, al afán por hacer muchas cosas y mantenernos en acción y minusvaloramos otras que también son importantes: no solo la reflexión, también la curiosidad, el disfrute, la reflexión, la capacidad crítica, la creatividad… Todo es necesario.
El segundo consejo es mejorar nuestro modo de pensar. Hay que pensar con realismo pero ¿qué tal si intentamos dar mayor peso a lo positivo? Dicen que los pensamientos positivos engendran sentimientos positivos. Una mirada más positiva sobre nuestra vida mejorará también nuestro ánimo, nuestra conducta y nuestras relaciones con los demás y nos ayudará a no anticipar fracasos que no sabemos si se van a dar y que nos hacen pasarlo mal sin necesidad.
El tercer y último consejo es que no olvides que nuestra misión en la vida es vivir disfrutándola y que vivir de obligaciones o pretender que todo salga según nuestros planes nos traerá frustración más que otra cosa. Por eso, disfruta de cada instante, de cada cosa bella y entrañable que veas, disfruta de tu carrera, de tu vida universitaria, disfruta de la gente que te rodea y sé todo lo feliz que puedas ser.