La selectividad siempre ha sido una de las pruebas más decisivas en el camino hacia la universidad, pero en 2025 va a dar un giro importante con la PAU, ya que el sistema actual se va a actualizar para adaptarse mejor a tí, a lo que realmente necesitas y te interesa.
El nuevo modelo PAU tiene como objetivo hacer la selectividad más personalizada y adaptada a los intereses de cada estudiante, permitiendo que puedas elegir más asignaturas relacionadas con tu futura carrera. Esto significa que tendrás la oportunidad de enfocarte en lo que realmente te apasiona y te llevará más cerca de tu meta profesional.
¿El beneficio? Más oportunidades de destacar en lo que realmente te importa, y una manera más justa de evaluar tus conocimientos y habilidades. Al poder elegir las asignaturas que más se alinean con tus intereses, puedes sacar el máximo provecho de tu potencial y sentirte más preparado para el futuro.
Ahora que sabes el porqué de este cambio, ¡vamos a descubrir todos los detalles para que no te pille desprevenido!
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¿Qué cambia en la selectividad 2025?
Lo primero es lo primero: el gran cambio en la selectividad de 2025. El sistema de pruebas va a pasar a ser más personalizado. Es decir, tendrás más libertad para elegir las asignaturas que realmente te interesan y que están más alineadas con lo que quieres estudiar en la universidad. ¡Adiós a la obligación de presentarse a todo! Claro, la parte complicada es que ahora tendrás que elegir con cabeza.
Cambio de nombre: vuelve la PAU
A partir de 2025 la Selectividad recupera su nombre original: Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Se unifica así la denominación en todo el país, dejando atrás términos como EBAU o EvAU.
La vuelta al término “PAU” busca unificar criterios a nivel estatal y simplificar la vida de estudiantes, profesores y universidades. Así que, si alguna vez oíste hablar a tus padres de “la PAU”, ahora tú también vas a pasar por ahí (aunque con otro formato).
Un único modelo de examen por asignatura
Uno de los cambios más importantes es que desaparece la posibilidad de elegir entre dos opciones de examen por materia. Hasta ahora podías escoger entre la opción A o B según te conviniera, pero eso ya no va a ser así.
En su lugar, habrá un único examen, aunque con cierto carácter optativo, es decir, te darán varias preguntas para que puedas escoger algunas, pero no todas. Esto implica que deberás dominar todo el temario, ya que no podrás jugártela solo a lo que te sabes mejor. ¿Lo bueno? Te prepararás de manera más completa y te será útil no solo para el examen, sino también para tu futura vida universitaria.
Para hacer cada examen tendrás 90 minutos, con un descanso de 30 minutos entre exámenes.
Más competencias, menos memorización
Aquí viene lo importante: los exámenes estarán diseñados para evaluar competencias, no solo conocimientos. ¿Y eso qué significa? Pues que van a valorar tu capacidad para comprender, relacionar ideas, argumentar y aplicar lo que sabes a situaciones reales.
La estructura del examen también se adapta a esto. Las preguntas podrán ser:
- Abiertas: las que te hacen pensar, explicar, justificar…
- Semiabiertas: tipo desarrollo pero con respuestas cortas y precisas.
- Cerradas: tipo test (no superarán el 30%)
Esto no quiere decir que la nueva selectividad 2025 sea más difícil, únicamente será diferente. El objetivo es que el examen refleje cómo piensas, cómo te expresas y cómo manejas la información, no solo cuánto puedes memorizar.
Cambios en la ponderación de las materias
Otro cambio importante tiene que ver con la ponderación de las asignaturas. Cada asignatura tendrá un peso diferente dependiendo de la carrera universitaria a la que quieras acceder. Es decir, algunas asignaturas tendrán más valor en algunas carreras que en otras. Por ejemplo, si quieres estudiar Medicina, las ciencias se van a valorar mucho más, mientras que si prefieres Historia del Arte, las asignaturas de letras tendrán más peso.
La ortografía cuenta (y mucho)
Si eres de los que escribe rápido y se come tildes o comete faltas, ojo aquí: la corrección ortográfica va a ser más estricta.
Por ejemplo, en asignaturas como Lengua Castellana, Catalán, Gallego, Euskera o incluso Historia y Filosofía, los errores de ortografía, gramática y puntuación pueden penalizarte hasta un 10% de la nota. Y no es poco. Esto no significa que te vayan a suspender por una tilde mal puesta, pero sí que la presentación y el uso correcto del idioma van a contar.
¿Consejo? Practica la redacción con atención, revisa tus textos antes de entregarlos y, si puedes, repasa las reglas básicas de ortografía. A veces, cuidar los detalles marca la diferencia.
Fechas de la PAU 2025
Aunque aún no hay calendario oficial cerrado para todas las comunidades, ya se han avanzado las fechas orientativas para las dos convocatorias:
- Convocatoria ordinaria:
- Cataluña: 11, 12 y 13 de junio de 2025.
- Resto de comunidades: entre el 3 y el 6 de junio de 2025, según cada autonomía.
- Convocatoria extraordinaria:
- Cataluña: 3, 4 y 5 de septiembre.
- Otras comunidades: algunas en julio y otras en septiembre.
Importante: estate atento al calendario oficial de tu comunidad autónoma, porque estas fechas podrían variar ligeramente.
Prepárate para la PAU
Que no cunda el pánico. Aunque cambie el formato, al final es un examen más (y otra cosa no, pero exámenes estás harto de hacer). Además, hay muchas formas de prepararte bien y llegar con confianza:
- Familiarízate con el nuevo estilo de preguntas: busca ejemplos de preguntas competenciales. Algunos centros ya están empezando a usarlas en clase.
- Practica la escritura argumentativa: te ayudará en todas las materias, desde Historia hasta Filosofía o Lengua.
- Repasa todo el temario: ya no vale dejar temas “por si acaso no caen”.
- Haz simulacros de examen: cuanto más practiques, más seguridad tendrás.
- Cuida la ortografía: revisa tus textos y, si puedes, usa herramientas que te ayuden a mejorar.
- Organiza tu tiempo: Con tantas asignaturas y contenidos, la organización es clave. Establece un calendario de estudio, reparte bien tus horas y no dejes todo para el último minuto.
- No descuides el descanso: Es importante que descanses y no te agotes. Tu cerebro necesita desconectar para procesar toda la información.
Y recuerda…
No solo se trata de aprobar la selectividad, se trata de hacerla lo mejor posible para abrirte las puertas hacia lo que realmente quieres. No dejes que la presión te venza. Si te organizas bien y mantienes una actitud positiva, seguro que lograrás tu objetivo. ¡Mucho ánimo y a por todas!